Y la siguiente sesión fue un equilibro entre desastre, caos y bastantes risas. Decidí que quería experimentar con bombas de humo para hacer algo más creativo y diferente, pero creedme que las bombas de humo no ponen mucho de su parte: se evaporan en cero coma y la humareda, depende de como le de, prácticamente no se extiende.
Aún así me lo pasé genial con el equipo y acabaron saliendo fotos bastante chulas. Además, con el verano y la ciudad vacía da pie a volver a experimentar con el humo de colores ya con calma y más experiencia. En el siguiente enlace podéis ver más imágenes de la sesión y los créditos. Feliz día!
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