Céleste Bousier-Mougenot, músico y compositor francés transforma los ritmos de ruidos de la rutina de éstos pájaros en estrellas de su obra. Una rutina y una cotidianeidad un tanto especial, pues no conozco ninguna golondrina que viva entre guitarras eléctricas y altavoces que reproduzcan sus saltitos sobre los instrumentos cuando anden a la caza de pienso.
Ésto se convierte en una instalación simpática ,del cual te olvidas de la intención sonora y te quedas colgado y enamorado del reality show de estos Diamantes mandarines.
Se pudo ver en La Casa encendida y a medida que la exposición iba siendo conocida y pasaba de boca en boca, más cola habia en su acceso, por lo que me quedé sin verlos cuando me presenté por sengunda vez para visitarlos.
1 comentario
Qué cucooooos!!
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